Miguelito, los puentes y la ducha/inodoro.(Parte I)

Duro golpe llegar a la estacion del tren y que los policias se te rian en la cara porque tu tren se te fue...hace rato. Pero bue, la paloma de una pata nos inspiro y arrancamo decidimo arrancar viaje. Asi comenzaba el Miercoles 13 de enero, con mas inceridumbres que planes concretos, pero con una sola convicción arrancar nuestro viaje. Asi fue como la suerte se empezo a poner de nuestro lado. En la estacion tras una breve discucion en la boleteria del Gran Capitan se nos acercaron unos cuantos oersonajes curiosos de vernos con las bicicletas repletas de bagallos.

Tras una interesante charla, nos enteramos de un tren que nos acercaba a ZArate. Golazo! Nos decidimos. Arrancamos para aquellos pagos. Recordemos que estabamos en la estacion de tren Federico Lacroce. Recuerdo con mucho temor la pedaleada en pleno capital, pero bue tras idas y venidas terminamos en buen puerto: Estacion de tren Belgrano R. convinación en Villa Ballester y derecho a Zarate. VAMOS CARAJO!!!

PARA TODO ESTO YA ERAN casi las 1000 de la mañana y ya estabamos todos chivados ja!. Llegamos a villa Ballester y nos dicen que salia a eso de las 1100 asi que nuevamente frenamos el carro, abrimo un paquete de galletitas y entre risa y charla terminamos compartiendo anecdotas de viajes con un español, guardaparque de profesion, que hacia 40 dias que andaba por la argentina y que se dirigia a la Reserva Otamendi (Destino proximo para la bici). El tren se acerca al anden, nuestro lugar es el furgon asi que nos despedimos y nos deseamos buena suerte.

EL furgon: Olvidado por todo el personal de limpieza del tren. Nosotros nos quejamos del tren que va a constitucion pero este furgon estaba bastante peor, pero en fin, como nuestros estandares de confort son bastantes bajos, lo encontramos sumamente confortable. Fue subiendo gente. Las bicis seguian llamando la atencion. Con el pasar de dos o tres estaciones, si la memoria no me falla, subió al tren uno de los personajes que nos hice pensar mucho el resto del viaje. Su nombre era miguel. Subio al furgon con una bicicleta de media carrera, cargada hasta la manija (literalmente)pero con una carga que a simple vista resultaba un poco exceciva para el viaje que pretendia relizar: LLegar a Cordoba por la panamerica, pasando por Concordia y Rosario.

Wou! Nuestra primera impresion fue de asombro y envidia (cada vez que un viajero escucha una aventura que atente con ser mejor que la de uno genera algo parecido a esas dos emociones). Inicimaos una resumida explicacion de nuestros viajes y planes, contandonos recorridos y algunos posibles pormenores. El tren seguia su inexorable marcha. Entre charla y charla, algun tiempo le dedicabamos a la siesta o a mirar el paisaje que una vez que empieza uno a salir de la ciudad, se empieza a poner mas verde tupido y a estimular la imaginación. Ya el espiritu del viajero se estaba haciendo cargo de nosotros y las charlas pasaron a ser de libros, canciones y peliculas relacionadas a la aventura, los expediciones y los viajes.

Proxima estacion zarate. Ya entrado el medio dia llegamos a este remoto lugar de la provincia. En las alforjas las empanadas que venian viajando desde city bell, nos pedian a gritos ALMUERZOOOOOOO!!!! Pensabamos DESpedirnos de Miguel porque sabiamos la panamericana no queda en nuestro camino. Para nuestra sorpresa Miguel no sabia para donde quedaba la panamericana. Gentilmente loinvitamos a almorzar con nosotros y que luego decida. Luego de unos minutos de pedal por zarate y algunas bajadas que nos asustaron (nada comparado con misiones) llegamos a la costa del Rio y nos topamos con el imponente zarate Brazo Largo. Decición Unanime: Almorzamos alli. Sombra, buena vista, pasto, pocos mosquitos, mucho hambre y mucho calor.

EL almuerzo nos llevo a conocer un poco mas a Miguel. NO solo no sabia donde estaba la panamericana, sino que no sabia como emparchar una bici (Gran problema si queres viajar en dicho rodado), ni siquiera portaba herramientas en su gran carga.